Madre mía, pero que día este …
No se han fijado que cuando uno se queja y se queja, uno atrae más situaciones calamitosas …
No sé, a veces tengo esa impresión …
Es como si uno fuera un electroimán siendo, en este caso, la electricidad los pensamientos sumados a las emociones fuertes.
A veces quejarse es como un vicio (así como las drogas, el alcohol, el juego, etcétera.) Un vicio cultural … Pero; por otro lado, si no somos críticos, la sociedad, o nosotros mismos no avanzaríamos
Que dilema, que dilema, yo me abrazaré al equilibrio en este asunto y la templanza (espero poder encontrarla) Por los momentos a cuidar las emociones, para no maltratar al corazón.