Que iba yo a pensar cuando leí El Peregrino de Compostela en los noventa ( después del cual siguieron muchas lecturas del mismo autor) que iba a realizar el Camino de Santiago dos veces en mi vida (lo hice en el 2007 y en el 2014) Sin ninguna duda, de las experiencias más poderosas en mi vida. Por lo cual agradezco a la vida, cada vez que me acuerdo. Como quisiera tener el privilegio de volver.
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Hermann Hesse
Libros como Demian, nos cambian la vida (aunque considero que no debe ser leído sino después de cierta edad y madurez) También me ayudó mucho (quizás me salvó) El lobo Estepario.
Osho
Leerlo me ha ayudado mucho a liberarme de tanta tontería. Él es el destructor de dogmas. Lo adoro. Ya son varios los libros, cuya lectura he atesorado mucho
Gabriel García Márquez
No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad
En el texto: El amor y otros demonios
El Cantar de los Nibelungos
Sobre la descripción de Krimilda
Algunos días en casa
Ayer tuve que salir a trabajar, vi muchas tanquetas, ballenas, cuerpos de seguridad, vi gente molesta, gente buscando comida en la basura, gente nerviosa. Ahora desde mi ventana se escucha a una persona (con un altavoz) solicitando medicinas para los heridos (Me perturba un poco porque creo que reconozco la voz – parece la de una amiga mía- ).
Algo respiré ayer por la calle y me duele la garganta. Gracias a Dios tenemos en casa jengibre, que es un antialérgico natural, también me tomé una cucharada de miel con ajo machacado (que funciona como antiséptico – que preciosos son los tesoros del conocimiento). Me he tomado varias tazas de té de jengibre y me siento mejor. He visto cómo los caricaturistas de mi país han representado parte de lo que sucede y respeto mucho su trabajo. Yo no podría, me duele demasiado y trato de distraerme.
Terminé de leerme el libro: El cantar de los Nibelungos e hice una reseña (dejo el link aquí). Otra vez los libros al rescate, para no volverme yo loquito (no mas de lo que estoy)
La gratitud es lo que me sostiene (noble técnica entregada a nosotros por los menesteres propios de la Nueva Era) Doy gracias por la comida, por la vida, por todo lo que se me ocurre, eso alivia y fortalece mi espíritu, dándome siempre muy buenos resultados.
Sin embargo me siento un poco cansado a veces, la situación abruma y entristece, hay que luchar también por la sonrisa, pero el venezolano es de sonrisa fácil. Ojalá salgamos con bien de todo esto.
Sketch
El cuarto acuerdo
Y con esta ilustración termino este pequeño reto de Los cuatro acuerdos: libro de Miguel Ruiz.
El tercer acuerdo
No adivines, ni asumas nada. Aparentemente muchos de los males de la humanidad provienen de asumir y no preguntar o permitir a la gente que se explique o comente sus motivaciones
Los libros
Son la contraseña de una sociedad secreta.
Eso me encantó. 😉