Bella Hada que habitas en la luna,
eres luz de una vida plena,
el sueño de un niño,
la llama de un anciano
La inspiración de un poeta
( Sí, a veces me pongo poético)
Bella Hada que habitas en la luna,
eres luz de una vida plena,
el sueño de un niño,
la llama de un anciano
La inspiración de un poeta
( Sí, a veces me pongo poético)
Vendrá la luna otra vez
a iluminar el oscuro cielo
a inspirar a los poetas
y hacer suspirar a los enamorados
Vendrá la luna otra vez
porque el cielo nocturno
no aguantará sin luz
por eso siempre vuelve
y siempre volverá
ya viene el Demiurgo
la carga en brazos
Una tarde de domingo
se encontraron por azar
Una piedra de rio
y una flor otoñal
-Te recomiendo ser flexible
dijo sabia la flor
y la piedra muy consternada
por semejante afirmación
dijo: – eso es un pecado, contra las leyes de Dios
nunca se pusieron de acuerdo, que dificil situación
La luna está al revés.
Pero mira que curioso.
Nadie entiende que pasó
Mi amigo, el gato sabio
El misterio resolvió:
– «La luna está muy bien
mal estamos nosotros
la estamos viendo a la inversa
porque estamos todos locos».
Haiku es una forma poética japonesa que consiste en 3 frases que suman 17 sílabas dispuestas en 3 versos de 5, 7 y 5 sílabas respectivamente. Existen variaciones y subgéneros y no necesariamente estas reglas son tan estrictas. Después de leer y aproximarme un poco al tema, quise probar hacer algunos haikus para ilustrarlos.
Nuevo oráculo que el mago ha adquirido
A todas sus preguntas respondió
Como las llaves de su cofre había perdido
Con un plano de su casa y el cristal, las consiguió
Atrapado en el tintero, un hadito mosquetero, preso por un hechicero, que le dijo: -no saldrás
Muy triste el hadito, por su situación, se puso a pensar, en una solución
-Te pido me disculpes, poderoso mago, por jugar con tus cosas y ponerme a bailar. Mi intención no fue mala, al entrar a tu casa, no quería molestarte, te quería alegrar.
Y el mago le dijo:
-Ustedes las hadas, desordenando mis cosas, una vez más. Entran en la noche, hacen una fiesta y a mí en la mañana, me toca limpiar.
– Por favor hechicero, suéltame te lo ruego, y diré a mis amigos que te vengan a ayudar, cuidaremos tu casa, no habrá más desorden y seremos amigos, por siempre jamás.
El hechicero aceptó y con las hadas vivió, amigos se hicieron y por siempre felices juntos bailaron y se divirtieron.