Malévola era bruja natural. No necesitaba aprender magia, ni tener una educación formal. Ella se dio cuenta que las cosas que decía tarde o temprano se manifestaban de alguna manera, sin embargo nunca se dio cuenta de la magnitud y relevancia de sus poderes.
Sus frases favoritas eran «Piensa mal y acertarás» y «Es demasiado bueno para ser verdad»
Sentencias terribles, porque lo único que atrajo a su vida fueron personas y circunstancias indeseables
Nunca fue feliz, la pobre. Nunca pudo darse cuenta.